Villaobispo de Otero
Población: 78 habitantes.
Probablemente en sus pagos tuvo posesiones el obispo de Astorga y más tarde perteneció al señorío de los Pernía. Antiguamente el pueblos se asentaba al otro lado de la vía, manteniéndose el recuerdo en la toponimia.
El actual, a vista de foto aérea, tiene forma de cruz, con el caserío alargado en trono a la carretera y un camino que serían los brazos. Villaobispo es sede del Ayuntamiento de un pequeño municipio que comprende las localidades de Carneros, Sopeña, Brimeda, La Carrera y Otero. Además tiene una Casa de Cultura donde se celebran numerosas actividades.
La iglesia está reconstruida en parte después de un derrumbe sufrido en los años 50 a causa de una tromba de agua. Algunas viviendas están ornadas con pequeños escudos de los años treinta con motivos tales como dinosaurios y cigüeñas. Salieron de las manos de un vecino que hacía estos curiosos moldes y se dedicó a poner las iniciales de los propietarios. Entre sus tradiciones está la de salir a buscar los reyes por Navidad con antorchas hechas de "paizos" o "mechizos" de paja, cada año en distinta dirección.
En los alrededores aparecen los Batanes de la Encorralada (según Mourille), que se encuentran en un paraje escondido entre frondosa vegetación, enmarañado de ortigas y zarzas; quedan intactos los ojos sobre uno de los cuales figura la fecha de 1803.
Los pisones (con ese nombre se conocen por aquí a los batanes) eran artefactos movidos por fuerza hidráulica consistentes en un rodezno metálico que hacía girar el agua y que a su vez impulsaba unos mazos de madera que iban golpeando los paños o mantas tejidas en este mismo lugar.